Resumen técnico
El sensor de conductividad HMCCS es una herramienta robusta diseñada para medir con precisión la conductividad electrolítica. Es un instrumento esencial para diversas industrias, como la farmacéutica, la alimentaria y la de tratamiento de aguas.
Aplicaciones clave
- Tratamiento del agua: El sensor se utiliza en procesos de tratamiento de agua pura y ultrapura para garantizar una calidad óptima del agua midiendo con precisión la conductividad.
- Industria farmacéutica: El sensor garantiza la pureza del agua utilizada en la producción de fármacos al proporcionar mediciones precisas de la conductividad, lo que ayuda a mantener las estrictas normas exigidas en la fabricación de productos farmacéuticos.
- Tecnología alimentaria: El sensor ayuda a controlar la calidad del agua utilizada en el procesado de alimentos, garantizando los altos niveles de higiene exigidos en la industria alimentaria mediante el mantenimiento de la pureza del agua.
- Plantas de ósmosis inversa: El sensor mide la conductividad del agua antes y después del proceso de ósmosis inversa, proporcionando datos cruciales para evaluar la eficacia del proceso de purificación.
Diseño y características
El sensor de conductividad HMCCS- está diseñado con un cuerpo de acero inoxidable y ABS, lo que garantiza su durabilidad. Puede soportar presiones de hasta 8 bares y temperaturas de hasta 100 °C. El sensor dispone de un conector M12 macho y ofrece una constante de célula de K=0,1 o K=1. Presume de una precisión de ± 0,5% e incluye un mecanismo de compensación de temperatura mediante un sensor Pt100, lo que proporciona flexibilidad en función de la aplicación.
Elegir el sensor adecuado a sus necesidades
La conductividad mide la capacidad de un fluido para conducir la corriente eléctrica. Las sustancias ionizadas en solución influyen en ella. Cuando elija un sensor de conductividad, tenga en cuenta los detalles de su proyecto. Pregúntese: ¿La conductividad prevista es alta o baja? ¿Cambiará la temperatura? ¿Dónde va a utilizar la sonda?
La constante de célula, o factor K, es crucial a la hora de elegir una sonda. Este número indica la geometría de la sonda. También indica qué líquidos puede medir el sensor.
Una constante de célula baja indica una distancia pequeña entre las superficies conductoras. También significa que hay que medir menos líquido. Esto lo hace adecuado para agua pura y ultrapura.
Una constante de célula mayor permite que entre más líquido en la sonda. Esto la hace adecuada para líquidos con una conductividad esperada más alta. Comprender estos factores le ayudará a elegir el sensor adecuado. El sensor de conductividad HMCCS-, con sus mediciones precisas y su diseño robusto, es la mejor elección para los profesionales de la industria farmacéutica, la tecnología alimentaria y el tratamiento de aguas.
Basándonos en la siguiente tabla, podemos determinar la sonda de constante celular aproximada que necesitaremos.
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